Esta obra si lo piensas fríamente es una obra sencilla, quiero decir esta compuesta por dos historias que argumentalmente son sencillas, no pasan grandes cosas, ni los personajes son complicados, ni sorprende/n pero aún así hay algo que engancha y es que capta el ambiente de una época y trasmite una sensación de agobio generalizado.
La primera historia centrada en los primeros años de 1.800 en pleno movimiento de los colonos nos relata el fervor religioso y como la gente deposita todas sus esperanzas y todas sus vidas en manos de Dios, y aunque no le contesten ellos siguen empujando su carreta.
La segunda historia se centra en plena locura del oro, donde los asentamientos iban y venían según donde se rumoreaba la quimera. Aquí vemos, como la sociedad tiene su nuevo ídolo/icono en el dinero, cualquier valor de las personas no predomina frente a la avaricia, codicia y demás lindezas.
Al final, las historias reflejan perfectamente cada sociedad en el momento histórico que retrata así como un ambiente angustiante en cada caso, si angustia es la palabra que trasmite esta lectura.
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