De siempre he intentado llevarme bien con el comic español, siempre he pensado lo meritorio de dedicarse a este medio en España y siempre busco ese cariño "extra" del autor a su obra.
Lo cierto es que llevaba más de una decepción, ya sea en algún caso por exceso de cariño o en otros por cariños no entendidos...
Lo que me hizo más reacio a enfrentarme a “Café Budapest”, y encima se centra en el conflicto Israel – Palestina, hagan memoria de todos los telediarios que han visto y no me digan que no llevamos conviviendo con la mismas noticias toda la vida…
Y con estas premisas el autor aborda la situación a través de una familia y una/s historia/s de amor, y yo sinceramente creo que el amor siempre triunfa o debe triunfar y así creo que triunfa y debe triunfar Alfonso Zapico.
Como creo en el amor, también creo en los bares, sobre todo en aquellos que se habla, discute, chilla,… y aquí me encuentro con unos personajes creados alrededor del Café, creíbles y adoptables desde el primer momento, alguno me dejo con ganas de saber más de su vida.
El protagonista me hace añorar la inocencia y me deja con ganas de saber tocar el violín, su chica no me cae tan simpática me parece demasiado adelantada...
Me quedo como la última página, esperando encender la tele con una noticia diferente que permita a los amigos tomarse un café en el Budapest sin importar quien pague la cuenta.
Lo cierto es que llevaba más de una decepción, ya sea en algún caso por exceso de cariño o en otros por cariños no entendidos...
Lo que me hizo más reacio a enfrentarme a “Café Budapest”, y encima se centra en el conflicto Israel – Palestina, hagan memoria de todos los telediarios que han visto y no me digan que no llevamos conviviendo con la mismas noticias toda la vida…
Y con estas premisas el autor aborda la situación a través de una familia y una/s historia/s de amor, y yo sinceramente creo que el amor siempre triunfa o debe triunfar y así creo que triunfa y debe triunfar Alfonso Zapico.
Como creo en el amor, también creo en los bares, sobre todo en aquellos que se habla, discute, chilla,… y aquí me encuentro con unos personajes creados alrededor del Café, creíbles y adoptables desde el primer momento, alguno me dejo con ganas de saber más de su vida.
El protagonista me hace añorar la inocencia y me deja con ganas de saber tocar el violín, su chica no me cae tan simpática me parece demasiado adelantada...
Me quedo como la última página, esperando encender la tele con una noticia diferente que permita a los amigos tomarse un café en el Budapest sin importar quien pague la cuenta.
1 comentario:
Me ha gustado esta reseña.
Me gusta el nombre que le has dado a tu blog.
En definitiva, que estaré atento a tus entradas ;D
Un saludo.
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